Chirimeno

lunes, febrero 12, 2007

Lucho

A Lucho le importaba muy poco lo que pudiera pensar la gente del pueblo, él se consideraba un hombre feliz, sin horarios, sin responsabilidades, sin preocupaciones. No por esto vaya usted a pensar que Lucho era un vago, nada más lejos de la realidad, era un verdadero amante del trabajo con el detalle de que no le gustaba la imposición. A Lucho le gustaba decidir que hacer, cuando hacerlo y la manera de hacerlo.

Todo un personaje nuestro querido Lucho, todos en el pueblo lo teníamos en gran estima, es verdad que algunas veces hacía enojar a alguien, sobre todo a Ramona, si La Ramírez, la del montón de gatos. Esa si que es una anécdota, resulta que un día a las seis de la mañana se escucharon gritos en la casa de Ramona, todos acudimos a ver que sucedía, no era nada común un escándalo en nuestro apacible pueblito. Ramona clamaba por la policía, lanzaba improperios a cuantos veía. Al cabo de un rato el viejo Rafael logró calmarla, entre sollozos nos contó que se levanto a darles de desayunar a sus gatos y solo quedaba uno, no los tenía contados, pero tenia mucho más que uno. Todo el pueblo estaba en el patio de la casa de Ramona pensando que pudo haber sucedido con los gatos cuando, repentinamente, aparece Lucho diciendo:

-¿Qué hacen todos acá en vez de estar jugando con el gato que dejé en cada una de sus casas?

La soledad era un problema en el pueblo, mi hijo dice que este es un pueblo a punto de morir, es duro pero tiene razón, todos vivimos solos, los que estuvimos casados somos viudos (bueno, la esposa de Augusto lo abandonó y se fue del pueblo), nuestros hijos todos se han ido a estudiar a las grandes ciudades y ya ni vienen de visita, el más joven de nosotros es el catire Smith y tiene 56 años.

Otra de Lucho, un día yo estaba en el monte buscando yuca, llegué a casa, en eso llega el Lucho y se empeñó en que ese día quería ser cocinero, con ese hombre no se puede razonar, me resigné a dejarlo cocinar, no se como lo logró pero las llamas del fogón estratégicamente ubicado a un lado de la casa alcanzaron la ropa tendida en una cuerda en el medio del patio, algo así como 8 mts separaban una cosa de otra. Yolanda me hizo camisas y pantalones nuevos, tuve que pagarle sembrando para ella 2 hectáreas de maíz, afortunadamente Lucho no quiso ser sembrador.

Todos en el pueblo tienen alguna anécdota relacionada con Lucho, aquel hombre que era todo torpeza y bondad, hablo de él en pasado aunque no se si este muerto. Hace casi un año que no lo vemos, desapareció repentinamente, en el pueblo organizamos cuadrillas para buscarlo en el monte pero la empresa resulto infructuosa, Lucho no aparecía, al cabo de un tiempo no lo buscamos más, el pueblo entró en una profunda depresión, tanto así que Rodrigo apareció ahorcado. Esta noticia nos hizo pensar que él era el responsable de la fortuita desaparición de Lucho, en poco tiempo la población fue diezmada por la desesperación y la tristeza, soy uno de los últimos y en las postrimerías de mi vida solo puedo decir que estoy feliz de haber conocido a la fuerza que imbuía vida en el pueblo, gracias Lucho.

5 Comments:

  • Solo me queda pensar que lucho fue un luchador.

    By Blogger M@goo, at 2:24 p. m.  

  • Todo esto después de que me fui?

    Chévere mamol, ya te contaré in situ qué me pareció el cuento :-)

    :-*****

    By Blogger Sikanda, at 1:30 p. m.  

  • Lucho vivía como diría mi difunto abuelo... "Andeme yo caliente, aunque se ría la gente"... por aquello de los días templados y uno usaba un chamarrón tremendo... no faltaba alguien que dijera - Hey, dónde fue la nevada? ... Bien por Lucho, yo lo apoyo!

    By Blogger Profra. Denisse LG, at 6:27 a. m.  

  • aaaaaaaaaahh

    me fascinó!!!

    Esa nostalgia-alegría... me fascina

    By Anonymous Anónimo, at 9:33 p. m.  

  • muy chevere! lucho se fue de mochilero entonces...

    By Blogger eldani, at 4:48 p. m.  

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